sábado, 6 de febrero de 2010

Historia del nacimiento de Sabrina

Hace tiempo que me preguntaron cómo me habían atendido en el hospital, y la atención en general fue buena, sólo tuvimos un problemita pero creo que fue una descoordinación entre 2 servicios.
Mi internación fue a las 6 de la mañana para comenzar con la inducción del parto. Ni bien entré a la sala de partos, vino el residente a ponerme un gel que sirve para afinar el cuello del útero, porque estaba con 41 semanas y 0,5 de dilatación, o sea, prácticamente nada y me conectaron al monitor que mide el ritmo del corazón del bebé y las contracciones.
Y allí fueron pasando las horas, a cada rato venía una enfermera, o el residente, o mi doctora a ver cómo iba la cosa.
Para hacerla corta: una vez que comenzaron las contracciones le bajó el ritmo cardíaco de la bebé, la primera vez la sacudieron y siguió todo bien, pero la segunda vez, por más que la sacudían la bebé no reaccionaba, entonces, mi doctora y la obstetra decidieron que tenían que operarme porque el bebé estaba con estrés fetal....
Hasta ese momento no estaba nerviosa, era algo que podía pasar, me dije, estoy en buenas manos, no va a pasar nada, pero cuando me entraron al quirófano todo cambió: allí todos corrían, había un ambiente tenso, agitado, entonces, cuando el anestesista me hace encorvar para inyectarme la epidural..me asusté y empecé a pedirle a Dios con todas mis fuerzas que mi bebé estuviera bien, que todo saliera bien.
Gracias a Dios todo salió bien, ella estaba perfecta, aunque había tragado un poco de líquido amniótico por lo cual la llevaron a la unidad de cuidados intensivos..y el resto es historia conocida..

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